Escuelas Reduca de Peñalolén comprometidas con la prevención
En el marco de la Certificación de Escuelas Preventivas del Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del consumo de drogas y alcohol (SENDA), se ha entregado el reconocimiento a Los establecimientos Reduca Juan Bautista Pastene y Tobalaba.
Se trata del programa Chile Previenen en la Escuela, orientado principalmente a fortalecer la percepción de los riesgos que conlleva el consumo de drogas y alcohol. Pero por otra parte evitar que los estudiantes desarrollen conductas riesgosas, riesgo asociadas, que generalmente derivan en violencia, infracciones a la ley, problemas de salud mental, física y deserción escolar.
A través de un trabajo mancomunado entre el programa Previene con los establecimientos de la comuna se realizó un trabajo sistemático con toda la comunidad educativa en aspectos de prevención del consumo de drogas y alcohol. Para su certificación, los establecimientos debieron realizar acciones en cuatro ámbitos del quehacer educativo, esto es la integración curricular y competencias preventivas, involucramiento escolar, gestión escolar e integración con el medio.
La Certificación de Escuelas Preventivas tiene por objetivo habilitar a los establecimientos educacionales para el diseño e implementación de un proyecto educativo con un componente efectivo de prevención y establecer estándares que reflejen el nivel de aplicación de dicho proyecto educativo.
Las escuelas certificadas en nivel inicial, lo lograron gracias al trabajo de un año completo con proyección a revisarse el 2015 para retomar fortalezas y debilidades dejadas del proceso anterior.
Estas escuelas son parte de otras 13 escuelas participes de este proceso y que progresivamente van consiguiendo avances de acuerdo al trabajo señalado anteriormente”
Chile Previene en la Escuela pretende lograr en los establecimientos educacionales un trabajo articulado, coherente y que responda de forma efectiva a las necesidades de niños y adolescentes en situación de vulnerabilidad.
El trabajo detrás de esta propuesta está planificado con una duración de tres años en cada establecimiento educacional, más un cuarto año de acompañamiento para apoyar la autogestión de las prácticas instaladas y aumentar la probabilidad de que éstas se mantengan en el tiempo.
